La Montaña Pone A Cada Uno En Su Sitio...
Publicado: 06.08.2011 - 15:02
Creo que el título lo dice todo. Pongo aquí mis reflexiones por cortesía hacia todos los que amablemente respondisteis a mis dudas y preguntas.
Os recuerdo que la idea era subir al balcón de Pineta, pasar al lago helado por el cuello del cilindro y continuar por la zona toda la semana... Pues bién, faltando mas o menos una hora para coronar el balcón, nos tuvimos que dar la vuelta...
Ya desde casa, la impresión era que la mochila pesaba demasiado pero..., nos creíamos muy machotes.
Lo cierto es que mitad por eso y mitad por falta de preparación, en un momento dado nadie se vió con la suficiente fuerza física y mental para afrontar el resto de la subida y, lo que es peor, lo que todavía nos faltaba por hacer durante los siguientes días.
Además, el tiempo tampoco acompañó demasiado, con sus alertas de tormentas y las malas previsiones para los días siguientes. Pero, en cualquier caso, eso no es excusa.
Creo que el error principal fue el creer que con un poco de bicicleta y la fortaleza innata de cada uno sería suficiente para arrastrar una mochila de 23 kilos por una de las zonas más duras del Pirineo. A partir de ahí, todas las dudas y temores del recorrido surgieron de repente, haciendo imposible el continuar.
No volverá a ocurrir. Hasta el año que viene, tenemos tiempo de reestructurar el tema e intentar hacer mejor las cosas.
Siento ofreceros mis lamentaciones en vez del reportaje como os prometí. Tranquilos, tarde o temprano le tendréis.
Gracias otra vez por vuestra ayuda. Un saludo y hasta pronto.
Os recuerdo que la idea era subir al balcón de Pineta, pasar al lago helado por el cuello del cilindro y continuar por la zona toda la semana... Pues bién, faltando mas o menos una hora para coronar el balcón, nos tuvimos que dar la vuelta...
Ya desde casa, la impresión era que la mochila pesaba demasiado pero..., nos creíamos muy machotes.
Lo cierto es que mitad por eso y mitad por falta de preparación, en un momento dado nadie se vió con la suficiente fuerza física y mental para afrontar el resto de la subida y, lo que es peor, lo que todavía nos faltaba por hacer durante los siguientes días.
Además, el tiempo tampoco acompañó demasiado, con sus alertas de tormentas y las malas previsiones para los días siguientes. Pero, en cualquier caso, eso no es excusa.
Creo que el error principal fue el creer que con un poco de bicicleta y la fortaleza innata de cada uno sería suficiente para arrastrar una mochila de 23 kilos por una de las zonas más duras del Pirineo. A partir de ahí, todas las dudas y temores del recorrido surgieron de repente, haciendo imposible el continuar.
No volverá a ocurrir. Hasta el año que viene, tenemos tiempo de reestructurar el tema e intentar hacer mejor las cosas.
Siento ofreceros mis lamentaciones en vez del reportaje como os prometí. Tranquilos, tarde o temprano le tendréis.
Gracias otra vez por vuestra ayuda. Un saludo y hasta pronto.