algo tarde, pero no por ello con menos ganas, os voy a contar mis experiencias este verano en Ordesa y Monte Perdido, en primer lugar por agradecer la ayuda que se me ofreció desde este foro, y segundo lugar por si a alguien le puede servir para planificar una futura visita al Parque.
Como ya dije en el tema en el que solicitaba ayuda, conocí Ordesa hace 5 o 6 años y desde entonces he acudido cada verano, siempre con mis propias limitaciones.
Por edad especialmente, por no tener amigos relacionados con la montaña ni experiencia ninguna, mis avances en Ordesa han sido muy lentos, y solo este último año me planteé cosas más ambiciosas.
Voy a comentar seguidamente las tres visitas al Parque que realicé este verano, haciendo hincapié en los errores (algunos bastante evidentes) que me han hecho aprender una barbaridad.
Creo que lo iré haciendo por fascículos.
Lamento si no es el estilo del foro, o incomoda a alguien, pero creo que de esta manera me lo puedo tomar más calmadamente y disfrutar rememorando las experiencias.
NOTA: Creo, corregidme por favor, que las fotos se redimensionan automáticamente. Así me aparece a mí al menos en la vista previa.
Mi primera visita- Julio 2015
La primera visita la hice junto al amigo con el que descubrí Ordesa. Ambos conocíamos ya el valle, tanto por las Gradas como por Cazadores y la subida a Goriz, así que decidimos empezar una ruta por Pineta.
Nuestra idea, era hacer una circular enorme (quizás demasiado ambiciosa) desde Pineta hasta el Balcón, montar la tienda en el Lago de Marboré,subir por la tarde uno de los dos Astazu.
Al día siguiente, bajar hasta Gavarnie y subir por "Les Echelles" hasta el refugio de Sarradets.
El tercer día, dependiendo de nuestro estado físico, hacer el Taillón + Gabietos y bajar buscando el Circo de Carriata para pasar por la Faja de las Flores, o bien hacer el Taillón y simplemente terminar el Goriz.
Los otros dos días planeados incluían únicamente el Perdido y tratar de volver por el collado del Añisclo.
Primer día.
Tras dormir en el camping de Pineta, nos pusimos los despertadores a las 5:30 para recoger pronto la tienda y estar, a más tardar, a las 6:30 caminando y habiendo desayunado algo.


El Valle de Pineta, y en solitario como lo estábamos recorriendo, me fascinó de una manera que yo no esperaba. La visión de las cascadas del Cinca justo enfrente, el bosque de Helechos al poco de empezar, y sobretodo las vistas al valle conforme vas ascendiendo, que hacen que no puedas evitar girarte cada 5 minutos para admirarlas, son los recuerdos más claros que tengo de este primer día.
El terreno, si bien no tiene ninguna dificultad, es bastante "castigador" y tiene muy pocos descansos.
A nosotros, en plena ola de calor y con el sol achicharrandonos, se nos hizo algo más dura de lo previsto. ¡Ni una sombra!
La siguiente

Quizás no sea tan excepcional para los que conocéis más el Pirineo, pero yo, sudando como hacía tiempo, tras ver el calor que estaba haciendo en este verano de 2015, no pude más que acercar con el zoom de la cámara y confirmar que era nieve. Alucinante.

Volviendo al camino, tal y como comentaba, éste sube de forma rápida. Pese al calor, no tuve problemas de agua al encontrar a mitad camino más o menos un riachuelo que nos permitió parar a descansar y disfrutar de las vistas de este excepcional valle.
Ojo a lo de la sombra, que no va en broma


Al final, con mucho esfuerzo llegamos al famoso "embudo" que tanto he leído en las reseñas.
Si lo de antes ya me parecía un ascenso vertiginoso, lo del embudo está a otro nivel. De nuevo ninguna dificultad técnica más allá de la verticalidad del terreno.

Superado el embudo, el camino busca una repisa natural en forma de mirador (balcón) que nos deja totalmente alucinados.

Y las vistas....


Os diría que es lo más espectacular que vi ese día, pero entonces me di la vuelta para continuar con mi camino y...

¡El glaciar del Monte Perdido! ¡Por fin! He estado en algunos glaciares en los Alpes, cuyo tamaño es sencillamente incomparable al del Monte Perdido y aun así me pareció un glaciar precioso.
En este punto (por si alguien quiere referencias en cuanto a tiempo, todo y que nosotros no somos de los "rapidos") serían las 11:30, por lo que decidimos hacer un pequeño almuerzo-comida con estas espectaculares vistas.
Tras recoger la basura, y preparar las mochilas de nuevo, partimos hacia el Lago de Marboré, que según teníamos calculado se encontraba a media hora.
Todavía algunos campos de nieve de espesor considerable en el Llano de Marboré, pero sin ninguna dificultad.
Cumplida la media hora de rigor, pudimos ver por fin el lago. Impresionante.
Elegimos un sitio apartado de la ruta hacia Tucarroya, en el extremo del lago más próximo a los Astazus, que meditábamos intentar.
Yo tenía como único requisito, que la entrada a la tienda mirara al Glaciar.
Este es el lugar que escogimos, ¿qué os parece?

Tras intentar bañarnos ligeramente en el lago (joder, mira que está frío!), y volver a comer algo, nos pusimos a plantear el siguiente movimiento.
Físicamente NO eramos toros. Quiero decir que si bien la subida hasta aquí es dura, y yo simplemente estaba "algo cansado", creo que el primer error fue decidir subir al Pequeño Astazu.
Y digo error porque subir 1.200m en un día ya era bastante, y quizás fue innecesario añadirle otros 500m extra con las piernas ya castigadas.
Pero somos jóvenes, tenemos pocos tresmiles a nuestras espaldas y este estaba sencillamente MUY cerca.
He hecho un "cutreretoque" a la fotografía para enseñaros los dos Astazu porque desde esta vista, sorprenden y mucho.

La flecha roja indica el Pequeño Astazu (3012m) y la negra el Gran Astazu (3071m).
Desde nuestra perspectiva, dudábamos de que el Pequeño Astazu fuera esa montaña, porque apenas parece un pequeño resalte en el collado y de mucha menor altitud que el Gran Astazu, cuando solo se llevan 59 metros.
Si miramos desde el lado francés, es cuando aparece como una gran montaña.
Decidimos hacer el pequeño porque por reseñas parecía más simple. Simplemente avanzar hasta el collado que se ve en la imagen a la izquierda del Petit Astazu, y remontar brevemente hasta la cima.
Sabíamos que se pueden conectar ambas cimas pero que era un paso algo expuesto, y ante nuestra escasa experiencia y el desconocimiento, decidimos ni siquiera intentarlo.
También creo que se puede subir al Collado Swan, que queda en el medio de ambos Astazu desviándote antes, pero no vimos el camino claro y de nuevo insisto, teníamos el Petit a tiro.


La Escupidera del Monte Perdido desde aquí.

Por fin en el collado.
Tras mucho rato de ver una muralla enfrente, de repente se abre el Circo de Gavarnie ante ti, y pude reconocer fácilmente picos míticos de la zona.
El Marboré, primero a la izquierda y más próximo. El característico Casco de Marboré y al final, el Taillón. (Que alguien me corrija si me equivoco)

Una pequeña trepada hasta la arista...

Hace viento, yo he sufrido toda mi vida de vértigo y lo cierto es que para los no habituados, la cima es algo aérea.
Por suerte, tras años de machacarme con el tema del vértigo, lo voy superando, y tras unos instantes de miedo, al ver 1700m por debajo Gavarnie, y 1000m por debajo el valle de Estaube, comienzo a disfrutar de la cima.
¡Otro tres mil!
Fotos de rigor.

Podemos apreciar el Gran Astazu en la siguiente fotografía.

Gavarnie, 1700m por debajo.

Última


Llegué a la tienda bastante cansado de piernas.
Contento por la cima, pero preocupado porque el día siguiente era el más duro que teníamos planeado.... y así nos fue.
Seguimos más adelante
